El último de los Savage

Un impostor: Patrick Keane es un abogado de minutas astronómicas, padre modélico y digno exponente del sueño americano. Nadie lo asociaría con el muchacho avergonzado que fue hace ahora treinta años, un chico tan cobarde como para permitir que su amigo Will asumiese una culpa que no le correspondía y fuera expulsado de la escuela preparatoria en su lugar. Nadie imaginaría que, por alcanzar el éxito, fuese capaz de traicionar su propia naturaleza.

Un rebelde: Will Savage encarnó el espíritu de los años sesenta y recorrió todos los caminos de la geografía espiritual -desde el Tibet a Bali- porque quiso para todos los hombres la liberación de cualquier esclavitud. Pero décadas después, casado con una mujer negra y convertido en un magnate de la producción discográfica, depende de las drogas y sigue esclavo del odio que siente por su padre. Mal que le pese, Will ha heredado el alma indómita de ese mundo sureño que se había empeñado en destruir y en esa herencia radica la dimensión contradictoria y fascinante de su carácter.

Un escritor: Los años transcurridos desde Luces de neón han dejado en sazón las dotes creativas y humanas de Jay McInerney, que ahora revela su madurez de hombre y escritor en El último de los Savage, una historia donde la amistad logra triunfar sobre las ambiguas trayectorias de la vida.