White Chappell, Trazos Rojos

White Chappell, Trazos Rojos es la Londres de hoy, acechada por la oscura y enigmática que transita Jack, el Destripador. “El pasado es una ficción que nos absorbe”, apunta Iain Sinclair desde una prosa emparentada con la de sus admiradores Michael Moorcock, Angela Carter, Peter Ackroyd y J.G. Ballard.
Poblada por personajes cómicamente diseccionados, descendientes bastardos de Stevenson y Conan Doyle, la novela revela una Londres misteriosa, que guarda secretos intactos desde la era victoriana.
Con un estilo inimitable, Iain Sinclair va y viene de una época a otra con la certeza de un anfibio vitalicio, un médium exquisito, un estenógrafo iluminado. Y avanza “plagiando lo no escrito”, auscultando los rincones de Londres que eligen dictarle sus confesiones.
Ese mismo vaivén es el que vive el lector al salir de su mundo cotidiano y sumergirse en el inspirado mundo de Sinclair: perderse en él es tan fascinante como hacerlo en la Londres verdadera, infinita.
Una novela intensa, provocadora, generosamente desconcertante.